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Una casa y dos jardines

Por Nina Plez

Supe de este maravilloso lugar en Giverny, a una hora en auto de París, a través de mi prima que vive en Bélgica y lo ha visitado recientemente.
La Casa y los Jardines de Claude Monet es un lugar encantado que sumo a mi lista de deseos.

Claude Monet se mudó a la casa y los jardines de  Giverny en 1883 junto a sus dos hijos y su segunda esposa, Alice Hoschedé y vivió allí  hasta su muerte en 1926.
Como era un ferviente amante de la botánica,  se propuso él mismo a diseñar los jardines, plantar y cuidar las especies con mucha dedicación, para luego homenajearlas en sus pinturas.
Tenía una importante colección de estampas japonesas que lo inspiraron en su labor. Gran parte de las flores y árboles de su jardín son de origen oriental, e incluso hizo construir un puente de estilo japonés de lado a lado del estanque.

 

Los jardines tienen dos áreas: el Solar Normando y el Jardín Acuático.
Las principales flores se pueden ver en el Solar Normando y al borde del estanque. Los lirios o 'flores del amor', azules y blancos y los ageratos, color azul claro, se ven todo el verano.

Las alchemillas son hierbas con hojas aterciopeladas que atrapan y conservan el rocío y en verano suelen tener flores amarillas. El amaranto 'cola de zorro' crece en julio hasta las primeras heladas. Hay dos variedades de manzanilla de los campos, una con pocas flores rosadas, y la que más florece, parecida a la margarita. Monet cultivaba muchas de estas plantas y regalaba grandes cantidades a su amigo Georges Clémenceau, otro fan de la naturaleza. Se ubican en macetas al frente de la casa junto a las fucsias, debido a que, aunque son un poco rústicas, no resisten las heladas y deben ser trasladadas al invernadero.

Para el Jardín Acuático, Monet seleccionó bambúes y glicinas. Los bambúes formaron un bosque de cierta densidad en la pequeña isla a la entrada al estanque. Los cerezos, otra especie muy típica de Japón, fueron otros elegidos de Monet. Sus flores blancas y rosadas anuncian la primavera y el momento de mayor esplendor del jardín.

Los abetos, como los cipreses y los tejos, ya estaban al frente de la casa a la llegada de Monet y su familia. El quiso sacarlos porque daban mucha sombra a las demás plantaciones alrededor. En principio sacaron los cipreses y los abetos permanecieron sin ramas en sus troncos bajos, cubiertos de rosas trepadoras. Pero finalmente murieron y se reemplazaron por los aros metálicos a manera de pérgola que podemos ver hoy.

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Hay también dos grandes tejos que ocultan la casa y le dan sombra durante el verano. Uno es macho con flores amarillas, el otro es hembra con bayas rojas. Los manzanos tienen delicadas flores rosadas en la primavera y al final del verano Monet solía cosechar las frutas para hacer compotas, tartas y sidra. A principios de mayo todas las flores caen y trazan un fino tapiz rosado en el suelo. Es un momento efímero y mágico del jardín.

Monet también plantó rododendros debajo de los sauces, iris y azaleas alrededor del estanque. Los sauces llorones crecen rápidamente pero deben ser talados cada invierno para prevenir que enfermen y mueran. Sus expresivas ramas se reflejan en el agua y junto con los nenúfares completan la atmósfera bucólica con reminiscencias zen de este lugar fascinante.


El mismo Monet lo ha dicho: 'Estoy en éxtasis. Giverny es un país espléndido para mí'.
 

La Maison et les Jardins de Claude Monet abre todos los días del 28 de marzo al 1 de noviembre incluidos, de 9.30 a 18 horas.
Hay tarifas diferenciadas para adultos y niños, y en combinación con museos como el Museo de l'Orangerie o el Museo de los Impresionistas.

Ubicación: 84 rue Claude Monet, Giverny.


Es recomendable llegar muy temprano, a la hora de apertura, para poder recorrerlo con tranquilidad, ya que son muchos los visitantes diarios.


El lugar también cuenta con un restaurant ubicado en el frente de la casa, rodeada de flores y con un patio abierto.


Más info aquí

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