Gemas de origami
Por Nina Plez
En una feria tan tradicional y aburrida como la de San Telmo, que uno recorre con cansancio y desgano, sólo por dar una vuelta un domingo en algún lugar, algo nos sorprende inesperadamente.
Un pequeño mundo multicolor de origamis en forma de bijouterie. Su creadora no solamente irradia la calidez y belleza de su obra, también comparte algunos secretos de su proceso y elaboración.
Pasamos largo rato observando meticulosamente cada pieza y deleitándonos con sus detalles.
Anillos, aros, collares, prendedores y además colgantes y guirnaldas.
La exploración de las formas resulta en creaciones que van más allá de las figuras clásicas del origami, que igualmente tienen su lugar entre sus congéneres.
Una sorpresa adicional es el packaging también íntegramente artesanal y exquisito en que se entregan estas miniaturas maravillosas.
El nombre de su emprendimiento: Rosqui Origami, representa la conexión con su niña interior. Fusión del reconocido arte japonés y su apodo de pequeña.
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La encontrarás los domingos en Humberto Primo entre Defensa y Balcarce.
Su obra también se exhibe en la feria de diseño Ninfas, en La Plata.
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