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La poética de estar en el cuerpo

Por Verónica Tarzia

Escribir poesía puede hacerse desde distintos lugares de la razón o la intuición. La poesía puede asociarse a la escritura más límpida o a la expresión del impulso de las sensaciones.

Cuando escribí este poema (lo que cito es un fragmento) la mente me llevaba a lugares y sensaciones que no había experimentado con el cuerpo y de alguna forma necesitaba escribir.

Mi relación con la poesía es puramente intuitiva. Quizá sea el espacio de mi mente que se conecta con lo profundo y desconocido de mi alma. Entonces escuché a mi voz poética. Y quise practicar lo mismo que el poema me estaba diciendo.

Así descubrí que respirar nos sitúa en el cuerpo. Que respirar nos convoca al presente. Que respirar nos transforma desde la experiencia. Que el cuerpo es lo único viviente de una persona.

 

 

La cultura nos determina, por eso, los primeros pasos en la meditación los di en un curso desarrollado por científicos occidentales que proponen volver a las técnicas innatas de reducción del estrés e intentar estar plenamente atento, en el momento presente, tal cual es.

El método se llama mindfulness y consiste en una serie de ocho sesiones semanales mediadas por una práctica guiada de treinta o cuarenta minutos diarios. Una vez superado ese momento de incertidumbre y expectativa inicial, las experiencias personales van llevando a cada uno según su propia búsqueda.

Los recursos son amplios: desde la retórica para marcar los antagonismos entre un camino de la escasez y uno del equilibrista, hasta las visualizaciones de las personas queridas para practicar el amor incondicional.

Todo suma al proceso de “darse cuenta.” Pero sin prisa… hay que tener siempre presente que no hay que darse cuenta con la mente, el primer escalón es respirar, descubrirse en el cuerpo, ser constante con la práctica.

 

El mundo (y el estar globalizados) nos acerca otros paradigmas de desarrollo personal que le otorgan especial importancia a la meditación.

El budismo, el zen, el hinduismo, proporcionan canales apropiados para desembocar nuestras energías renovadas por el descubrimiento de nuestro ser en el momento presente.

Todos estos canales se traducen en experiencias disfrutables y de auto indagación, como el yoga (en todas sus variantes), el tai chi, la danza butoh, entre otras.

A estas culturas las caracteriza una profunda comprensión del sentido de la integración, por eso no es necesario optar, se pueden complementar.

 

 

 

Notas

* Se puede leer la poesía completa de la autora aquí

* Método mindfulness: la Fundación Visión Clara es la primera institución creada para difundir este método. Más info aquí

* Zen: entre los principales precursores en la divulgación del zen en Argentina se encuentra Alberto Silva, quien escribió una obra de cuatro tomos denominado “Zen” (Editorial Bajo la Luna) y dirige actividades en el centro ZENBA.

 

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