Una nueva pincelada maestra de los hermanos Dardenne.

Un nuevo escenario cotidiano, sin adornos, sin música, sin nada que falte ni que sobre.
Una cruzada personal que mediante un objetivo ¿válido? ¿justo? atravesará deliberadamente el alma de al menos ocho personas y modificará su manera de ver el mundo.

 

Este recorrido representará incluso un aprendizaje y una enseñanza recíprocas.
El espectador queda expuesto inevitablemente a emitir un juicio de valor durante el desarrollo, que puede ir sufriendo estados críticos y variables.

 

Pero finalmente la lección supera toda intención de conclusión. Y entonces a lo que estamos verdaderamente expuestos es a nuestros propios cuestionamientos y prejuicios.

Somos diminutos y ya no podemos estar convencidos de nada, sólo abrirnos a aprender.